Portugal, maravilloso país vecino
Dicen que según termina y comienza el año nuevo así será el resto. Así que para inaugurar éste decidimos hacerlo viajando, visitando Portugal, "sin ir más lejos".
En ésta ocasion me movió la idea de visitar Lisboa, gran capital para mi aún desconocida.
En ésta ocasion me movió la idea de visitar Lisboa, gran capital para mi aún desconocida.
Primera parada, el mismo 1 de Enero.
. COIMBRA:
Ciudad destacada por ser la ciudad universitaria por excelencia, algo así como el Salamanca de Portugal. Además fue la primera capital de Portugal en el año 1139.
Lo más encantador es perderse por sus calles medievales, e imprescindible visitar en la parte alta los edificios más importantes de la ciudad, como Sé Velha (la Catedral Vieja), Sé Nova (la Catedral Nueva), la Universidad y la Casa de Sub-Ripas, una mansión con una impresionante puerta de estilo manuelino.
La Universidad de Coimbra fue fundada en 1290, es una de las más antiguas de Europa. En la misma plaza se encuentra la biblioteca de la Universidad.
La Universidad de Coimbra fue fundada en 1290, es una de las más antiguas de Europa. En la misma plaza se encuentra la biblioteca de la Universidad.
En la parte Baja (Baixa), cerca del río Mondengo, es donde se concentra la mayor parte de la actividad comercial.
. NAZARÉ:
Es una típica villa portuguesa de tanto sólo 10.000 habitantes.
Lo más pintoresco es que conserva la particularidad de que las señoras del pueblo siguen vistiendo el traje típico nazareno, las siete faldas (sete saias), una encima de otra.
Lo más bonito de todo es su parte alta, llamada Sitio, fue lugar de peregrinación incluso antes que Fátima. Desde el mirador del Suberco se pueden contemplar las espectaculares vistas que podéis ver en esta foto.
Vista nocturna desde el funicular para acceder a la parte alta.
. LISBOA:
La verdad es que ya sabía por varias referencias la maravilla que iba a visitar, pero confirmado ha quedado por mi misma.
Sorprendida del tamaño de la extension para tan poquitos habitantes, solo 504.000. Su terreno tiene gran cantidad de accidentes geográficos, se dice que siete colinas, por ello sus calles son un sinfín de subidas y bajadas.
La mejor manera de visitarlo si se dispone de poco tiempo es en "bus turístico". En la plaza Marqués de Pombal hay una gran oferta.
Lo más impresonante es sin duda la Torre de Belem, donde se puede disfrutar de un fenómeno tan maravilloso como la desembocadura del río en el océano Atlántico.
Desde allí se divisa el puente del 25 de abril, que atraviesa el estuario del río Tajo. Muy interesante además sabiendo que es el puente más largo de Europa.
Sus céntricas calles, sobre todo las que circundan la Praça do Comércio, son similares a grandes ciudades italianas. Algo muy característico y encantador es el tranvía circulando por sus calles.
Obligada también es la visita al Monasterio de los Jerónimos.
. AVEIRO:
Ya casi enderezados en el viaje de vuelta visitamos la última ciudad, Aveiro. Muy frecuentada por castellano-leoneses dada su proximidad y su cercanía también a Oporto.
Con unos 70000 habitantes se dice que es la ciudad más segura de Portugal y la que menos paro tiene.
Lo más bonito es que es conocida como la Venecia portuguesa por sus canales, la ría de Aveiro.
Imposible resistirse a la tentación de un paseo en góndola.
Uno de los puntos más interesantes, el puente de los enamorados ❤
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También he de decir que en Portugal se come estupendamente y a precios no excesivamente caros. Hay que tener en cuenta que los salarios son más bajos que en España. El plato estrella es el bacalao y una gran variedad de pescados y mariscos.
Delicioso el que me comí en Nazaré:
Y no fue menos exquisita la caldereta de mero de Aveiro, en Maré-Cheia, restaurante frecuentado por personajes importantes incluso futbolistas portugueses:
En definitiva, que merece mucho la pena desplazarse al país vecino, conocerlo y disfrutarlo.
La había visitado en poquitas ocasiones y brevemente. Al profundizar más en esta ocasión he descubierto que la personalidad de los portugueses no es tan parecida a la nuestra, son en general más tranquilos y pausados.
Además se rigen por horarios más europeos, adelantando las comidas y cenas como nuestros vecinos franceses por ejemplo.
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